Cuidados del acuario marino, el rey de los acuarios
Si tienes pensando montar un acuario marino comienza de la mejor manera, investigando un poco sobre los tipos de habitantes que pretendes conservar. Es de suma importancia entender su ambiente natural de modo que pueda recrear un mundo similar en el tanque. La creación de un hábitat de acuario que imita estrechamente las condiciones reales del océano permitirá que la comunidad de tu acuario prospere. La clave primordial para lograr un ensamble marino exitoso es la paciencia. Un tanque saludable no puede crearse de la noche a la mañana. Lleva tiempo establecer y desarrollar las condiciones adecuadas para sus habitantes. Hacer todo rápido a menudo provoca fallas. Lo primero que debes hacer es seleccionar un lugar donde montar el tanque. El área ideal debe proporcionarle un acceso visual claro, de modo que puedas disfrutar a pleno la belleza y tranquilidad de tu nuevo acuario. De ser posible, selecciona un lugar que esté cerca de un toma corriente y una fuente de agua. Ten en cuenta, además, que un acuario completo pesa aproximadamente 1,19 kg por litro más el peso original del tanque y el soporte. Procura que el piso del lugar elegido esté nivelado y cuente con el apoyo adecuado.
Cuando adquieres un tanque, se recomienda comprar el más grande que te permitan tanto el espacio de tu casa como tu bolsillo. El motivo de esta elección es que mientras más grande sea el tanque, más estable será el ambiente y más fácil el mantenimiento de la química del agua con el transcurso del tiempo. Los tanques de arrecife están disponibles en dos variedades básicas: vidrio y acrílico. Un tanque de acrílico es más liviano, tiene una mejor aislación y brinda la opción de perforar un orificio para colocar una manguera. Un acuario de vidrio es más resistente a rayones y decoloración, y es, generalmente, más barato que uno de acrílico.
Al finalizar con la limpieza del tanque coloca el fondo, si así lo has decidido, este permite ocultar los cables eléctricos y las mangueras que se extienden detrás del acuario, aporta profundidad brindando un contraste visual a las rocas vivas y peces.
Procura que todo el equipo que adquiriste esté diseñado para los acuarios de agua salada. El equipo básico que necesitarás es un filtro recolector de proteínas, termostato y termómetro, bombas de circulación e iluminación.
El rango de temperatura ideal para un tanque de arrecife oscila entre 22,2°C y 25,5°C La iluminación de alta densidad que se utiliza en un tanque marino puede generar un gran volumen de calor. Si la temperatura del tanque no puede mantenerse por debajo de 26,7°C tendrás problemas. Para mezclar el agua salada, llena un contenedor con agua limpia y agrega un acondicionador de agua. Para obtener mejores resultados, usa agua que haya sido purificada mediante un sistema de ósmosis inversa (OI). Sigue las instrucciones de la etiqueta para agregar la mezcla salada al agua; posteriormente determine el nivel de salinidad del agua con un hidrómetro; el objetivo es 1,025. Este es el nivel que se debe mantener en todo momento en el tanque de arrecife. El agua destilada no está recomendada para generar agua salada. La mayoría de las unidades de destilación emplean tubos de cobre y el cobre resulta tóxico para la mayoría de los invertebrados, como corales y camarones. Recuerda que el agua se evapora del tanque, pero la sal permanece. Por lo tanto, si permites que demasiada agua se evapore sin reemplazarla, la salinidad del agua del acuario aumentará y dañará a los habitantes.
Las primeras especies que deben agregarse al acuario deben ser carroñeras, para contribuir al mantenimiento. Integra especies que coman algas, como caracoles y cangrejos ermitaños pequeños; estas son las especies más resistentes para un sistema marino nuevo y ayudarán a mantener los sustratos limpios y renovados. Agrega solo unos pocos especímenes por vez. Espera dos semanas hasta que el sistema se regule antes de agregar el próximo grupo de especímenes. Las adiciones finales incluyen peces e invertebrados. Recuerda que el mantenimiento continuo resulta crucial para conservar un acuario saludable y próspero. Es importante realizar pruebas en el agua y cambios de agua periódicos como parte de la rutina del mantenimiento. Consulta al Médico Veterinario especialista en organismos acuáticos para recibir una asesoría más detallada.